Como bien sabemos, nuestro planeta es dinámico tanto por dentro como por fuera. Los cambios generados en su superficie se producen por agentes naturales como la tectónica de placas, el agua y viento o factores antrópicos (realizados por el ser humano), convirtiendo la superficie de la tierra en un entorno de constantes cambios.
Nos transportamos al 12 de diciembre de 2015, París, Francia, donde se realizó la Conferencia de las Partes N°21 (COP21) en la cual 196 países adoptaron el Acuerdo de París, con el objetivo de limitar el aumento de la temperatura a un máximo de 1,5 °C con relación a los niveles preindustriales.
Chile y México son dos países que se encuentran a cientos de miles de kilómetros de distancia, sin embargo, son dos naciones que tienen muchas cosas en común, entre ellas, su ubicación en el Cinturón de Fuego del Pacífico, lugar que los posiciona con volcanes activos y una gran cantidad de terremotos que de vez en cuando, mueven a ambas regiones.
¿Sabías que en Chile existen alrededor de 2.000 volcanes? Y esto se debe a que nuestro país se encuentra justo en el límite entre dos placas tectónicas: la de Nazca ubicada en el oeste (bajo el océano Pacífico) y la Sudamericana ubicada al este (donde vivimos).
Chile es un país que se caracteriza por presentar una gran variedad de recursos fundamentales para la elaboración de artículos que usamos en nuestra vida cotidiana. El segundo mayor aporte a la economía nacional corresponde a la madera y sus derivados.
Durante los últimos años hemos oído y visto que los noticieros muestran con mayor recurrencia grandes incendios forestales en Chile y el mundo. Esta nueva amenaza, que cada vez se ha vuelto más frecuente, ha dejado distintas regiones de nuestro país bajo llamas durante las temporadas estivales (verano); sin embargo, no son un fenómeno nuevo, ya que estudios han estimado que desde los años 1973-1974 comenzaron a suceder con mayor frecuencia, llegando a incrementarse de manera exponencial hasta la actualidad.
Te propongo una reflexión, miremos lo que hay a nuestro alrededor como si fuese la primera vez que lo percibimos, intentemos olvidarnos de todo lo que hemos aprendido en nuestro colegio hasta el momento, ¿cómo interpretamos lo que vemos? ¿Acaso no percibimos como el sol y la luna giran en torno a nosotros mismos y a nuestro planeta? ¿No nos parece que la tierra bajo nuestros pies está totalmente inmóvil? ¿Que tal superficie es esencialmente plana y su horizonte no parece tener fin? ¿Podemos siquiera percibir que la temperatura global de nuestro planeta está aumentando cada año?
Un 18 de septiembre, allá por el año 2015 en Sendai, una ciudad nipona, se hizo la 3ra conferencia de las Naciones Unidas, donde se adoptó el Marco Sendai para la Reducción de Riesgo de Desastres 2015-2030, el sucesor “espiritual” de una tradición de marcos, planes y acuerdos internacionales desde 1989.
Esta cápsula tiene como objetivo introducirnos al concepto de los Primeros Auxilios Psicológicos (PAP), y entregar las herramientas para brindar un primer apoyo a las personas necesitadas de contención en casos de emergencia. Asimismo, señalar la importancia de evaluar nuestras propias limitaciones y la posibilidad de aceptar que en ocasiones no podremos hacer de soporte o contención.
A comienzos del año 2023 los meteorólogos hablaban de que llegarían las lluvias a nuestro país, tras 14 años de sequía y escasez de lluvias generados por el fenómeno climático de “La Niña”. Este año sería distinto, ya que se dieron las condiciones para que el evento climático “El Niño” se manifestará nuevamente, luego de haber ocurrido entre los años 2014 y 2017.
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