Escasez hídrica

Se habla de escasez hídrica cuando no hay suficiente agua en una zona o región para satisfacer la demanda de consumo. A diferencia de la sequía, la escasez hídrica no se trata de un fenómeno meteorológico, ya que esta última depende no solo de procesos hidrológicos y meteorológicos, sino también de las decisiones que se tomen respecto al uso del agua (CR², 2020).

Determinar escasez hídrica en una zona requiere cuantificar la disponibilidad de agua dulce y la demanda de este elemento. La disponibilidad de agua en una zona depende de las precipitaciones, de las nieves, glaciares, aguas subterráneas, embalses, de la humedad emitida por la vegetación o la niebla marina y cómo estas aguas transitan por dicha zona. La demanda, en tanto, depende de las exigencias de los ecosistemas naturales de la zona, por el consumo humano, por las actividades agrícolas, ganaderas, forestales, mineras e industriales, entre otras (CR², 2020). Si hay una sobredemanda de agua dulce en la zona, se habla de escasez hídrica.

No obstante, cuantificar la disponibilidad y demanda de agua dulce es un proceso muy complejo. Aunque en Chile hay una red de monitoreo de variables hidrometeorológicas, esta es insuficiente para la diversidad geográfica y lo extenso del territorio (CR2, 2020). Además, el catastro de derechos y uso de agua en Chile está incompleto y no se controla de forma apropiada la extracción ilegal de agua, por lo que también resulta muy difícil determinar la demanda (CR², 2020).

La escasez hídrica también tiene una existencia en la normativa chilena: el Presidente o la Presidenta de la República tiene la facultad de decretar escasez hídrica en zonas con sequía extraordinaria basándose en datos de precipitaciones, caudales de ríos y volumen de reservas de agua (como embalses, lagos y pozos), entre otros factores (CR², 2020).

Fuente: (CR)². (2020, enero 2). ¿Qué ocurre en Chile, sequía o escasez hídrica? [Institucional]. Centro de Ciencia del Clima y la Resiliencia (CR)². Ver